El Ayuntamiento de Isla Cristina ha denunciado públicamente el modo en el que la Junta realizó el cribado poblacional a sus ciudadanos la pasada semana. Retrasos de hasta dos horas, caos y falta de personal marcaron la realización de las pruebas.
El alcalde de la localidad, Jenaro Orta, ha acusado a la administración regional de «faltar a la verdad» y ha señalado que «la forma de organizar y realizar el cribado en nuestro municipio no fue la correcta y dista mucho de la forma en la que se ha llevado a cabo en otros pueblos.”
La Junta informó que de las 788 personas que habían sido citadas, solo acudieron 283 con el resultado de un positivo en covid. Sin embargo, el alcalde ha querido puntualizar que «no se pudieron realizar más pruebas puesto que sólo acudieron un enfermero, un técnico de laboratorio y dos administrativas que trabajaron a destajo, en vez de haber venido como en otros pueblos, un coordinador, dos enfermeros y dos técnicos como mínimo”.
El primer edil ha denunciado que “tuvieron que dejar de hacer pruebas a las cuatro de la tarde, aunque estuvieron trabajando in situ hasta las ocho, porque la jornada fue caótica en todos los sentidos y muy ralentizadas, con una media de espera de dos horas de retraso por persona.”
El alcalde ha señalado que no está dispuesto a consentir que se ponga en duda a la ciudadanía isleña y ha dejado claro que “se podría haber llegado a más población, porque la gente acudió masivamente, pero la mayoría que se tuvo que ir para casa porque no había un equipo adecuado para atender a los 788 citados.”