El covid-19 ha marcado el año 2020 en todos los aspectos de la vida. También lo hace en la época navideña, un periodo reservado para las reuniones de amigos y familiares y que, este año, estará condicionada por las medidas de higiene y seguridad establecidas por las autoridades. Pero, ¿cómo está siendo para los sanitarios en la atención primaria el trabajo diario teniendo en cuenta los contagios por covid?
Hemos hablado con Modesto Hierro, médico de atención primaria en la Sierra, para conocer de primera mano cuál es la situación en los centros de salud de atención primaria en medio de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
-¿Cómo está siendo la afluencia de pacientes en la atención primaria en esta segunda ola de covid?
La afluencia de personas en la atención primaria, condicionada por la crisis sanitaria, es más baja de lo esperado en esta época del año, sobre todo en la zona de la Sierra, donde contamos con una pirámide poblacional invertida, con un elevado número de personas de mayor edad. Estas personas consultan lo menos posible al centro de salud y muchas veces debemos preguntarles por sus patologías comunes porque, por un exceso de celo en cuanto al covid, aguantan más de lo necesario.
-La llegada del frío y, por tanto, de afecciones como la gripe, ¿está afectando de manera más significativa a los procedimientos de detección del covid y al flujo de personas en los centros de salud?
Aun no tenemos grandes cambios en el diario de trabajo, ya que el frío todavía no ha hecho mella en los catarros comunes y la gripe no ha llegado. Es cierto que cada año tenemos menos casos de gripe porque la vacunación en personas sensibles, de riesgo, cada año es mayor.
-Se está hablando de una posible tercera ola de covid después de la época navideña, ¿cómo afectará teniendo en cuenta los antecedentes de la primera y la segunda ola?
Va a depender de cómo nos comportemos en estas fiestas. Se trata de fiestas familiares en las que hay que reunirse, pero debemos tener cuidado con el lugar en el que nos reunimos y el número de personas que lo hacemos. Aunque, sobre todo, debemos tener en cuenta las condiciones en las que nos reunimos, ya que no debemos bajar la guardia y llevar a cabo medidas como mantener la distancia de seguridad con otras personas y con los utensilios de cocina que utiliza cada uno, así como ventilar las estancias en las que nos encontremos. Es muy importante que el grupo de personas que se reúna en estas fiestas sea un núcleo diario.
-Hablamos de los contagios por coronavirus, pero, ¿llegan pacientes con otras afecciones como consecuencia de haber pasado por esta enfermedad? ¿cuáles son las secuelas que persisten?
Afortunadamente en la Sierra no tenemos un número elevado de personas con secuelas post-covid con el que podamos manejar datos, aunque es cierto que las secuelas respiratorias perduran más tiempo del que se espera en otras patologías infecciosas de este tipo. Igualmente, los pacientes también tienen cansancio general, al igual que secuelas del tipo psicológico, tales como ansiedad, angustia e, incluso, depresión. Sobre todo, vemos esto en personas mayores que han superado el covid aunque, insisto, no tenemos datos suficientes en esta parte de la provincia para trasladarlos a otro tipo de población.
-Por último, ¿qué recomendaciones harías a la población de cara a la época navideña en cuanto a la prevención de contagios?
Cada vez lo estamos normalizando más porque cuando las situaciones se prolongan en el tiempo, sin que haya una relajación y todavía en alerta, pero tenemos una nueva forma de funcionar, algo más incómoda y alejada del paciente.
En los tiempos que vienen, cuando alguien se sienta mal, debe tener la responsabilidad de no exponer a los demás ni en el trabajo, ni en el tiempo de ocio ni en el núcleo familiar. Debemos tener ya como norma de actuación en estos casos el autoaislamiento cuando notamos que nuestra salud no es buena, lo que hará que la rueda de contagios disminuya. Se trata de una nueva educación que nos llega impuesta por esta situación en la que debemos tomar precauciones sociales y no comprometer la salud de los demás. Yo creo que con este tipo de medidas podemos controlar la situación, en espera también de que las prometedoras vacunas empiecen pronto y no tengan problemas en cuanto a efectos secundarios, contando con una eficacia aceptable y esperando que este virus pase a la historia y permita que la vida social y económica de las familias siga adelante.