Iglesias herido y acorralado se desboca-Un Iglesias herido y acorralado por la justicia y las encuestas se desboca con propuestas populistas, tras las negociaciones con Bildu y ERC en los Presupuestos del Estado. Pone sobre la mesa la subida del salario mínimo y lanza un video contra la corona, comparando al rey emérito y la monarquía con los “narcos” y el franquismo.
Pablo iglesias de revuelve con fuerza tras ser acorralado por la justicia por el caso “Dina” y la financiación de Podemos, lanzando andanadas constantes que incomodan a su socio de gobierno, provocando la división en el ejecutivo. Una estrategia que pretende por un lado desviar la atención de los juzgados y por otro recuperar los votantes perdidos en los últimos años. Ambas cuestiones, se suman al desencanto de los seguidores “podemitas” tras el evidente acomodo del líder de Podemos y su mujer, a una vida muy identificada con “la Casta”, duramente criticada por Pablo Iglesias e Irene Montero en el pasado.
La defensa a ultranza de Bildu, ERC, la libertad de los presos de “proces”, la crisis de Marruecos, el ataque constante a la corona y la subida del salario mínimo, son movimientos desesperados de un líder de extrema izquierda acabado, acorralado, que se aferra a su único triunfo político, llegar a la vicepresidencia del Gobierno; y que pretende a toda costa recuperar los votantes perdidos tras los “casoplones” de lujo, rolex y escoltas.
El vídeo de Podemos sobre la Monarquía con la música de «Narcos» es el exponente claro de una estrategia conjunta de ruido para desviar la atención y un anzuelo para sus “viejos” votantes pro-república, una táctica demasiado manida y que se repite una y otra vez, pese a que en cada encuesta los resultados son peores.
Ahora toca sacar el debate del salario mínimo, en plena crisis y con las empresas buscando sobrevivir. No es el momento de crear más desconfianza en la economía más dañada de Europa, crear fisuras en un gobierno de coalición que debe mostrar al exterior una imagen fuerte y consolidada para atraer inversión extranjera y una seguridad jurídica indispensable.
Provocar estas convulsiones solo hará retrasar la salida de la crisis, pese a que Sánchez se desvincule de ellas, está atado de pies y manos ante el descontrol de su vicepresidente primero, que como las fieras, cuando se siente herido y acorralado, se vuelve más peligroso.