Aunque Huelva se vea prácticamente perimetrada por el cierre de Sevilla y la frontera Andaluza con Extremadura y Portugal, debería tener su propio cierre para protegernos del exterior. Nuestra provincia, pese a la escalada de contagios, se mantiene como uno de los territorios con menor incidencia del virus. Habría que exigir un cierre positivo y no esperar a que las cifras aumenten y que suceda cuando ya quede poco o nada que hacer. De este modo podríamos evitar el confinamiento radical al que se encamina todo el país, y podríamos seguir siendo una provincia con una tasa de infección aceptable. Dentro de 10-12 días la situación puede volver a la relajación inconsciente, y Huelva podría verse inmersa en un aluvión de visitas de gente que no han podido entrar Durante el puente. Recordemos que en nuestra tierra hay una arraigada tradición de visitar a nuestros difuntos, e históricamente, muchos emigrantes ya mayores que Siguen viviendo fuera y que no necesitan un puente para acudir a los cementerios.
Protegernos de cualquier entrada más allá del día 9 N.
El rastreo ya no funciona en ciudades y provincias donde el Covid se ha disparado sin control, pero en nuestra provincia sí sigue siendo efectivo, y necesitamos que así siga siendo. De ahí que pedir un cierre de seguridad más allá del 9N sea un necesario paracaídas para los onubenses, una red de seguridad que nos proteja de caer a las peligrosas cifras de contagios de provincias vecinas y territorios de donde solemos recibir un gran número de visitas.
Quizás así, con un esfuerzo mayor ahora, podamos enfrentar un duro invierno con una situación de ventaja ante los territorios que nos rodean, y darle, cerca de la Navidad, una bocanada de aire fresco a nuestros negocios, a nuestros autónomos del sector servicios y hostelero. Poner ahora un freno de emergencia antes de que la emergencia nos sobrepase, para conseguir un invierno más tranquilo y productivo frente al caos al que el resto del país se encamina sin remedio. Ahora más que nunca necesitamos una Huelva segura.