Trayectos interminables y agotadores. Parte del recorrido en furgonetas de nueve plazas y sin distancia de seguridad entre pasajeros. Largas esperas para completar la totalidad del viaje. Vecinos que se quedan “en tierra” por falta de plazas sin que les ofrezcan alternativas… Así es el caótico servicio de transportes que presta la Junta de Andalucía a los vecinos de la Sierra, que no han dudado en denunciar esta situación a través de las redes sociales.
“Vergonzoso el servicio de autobuses de la Sierra de Huelva a la capital. Un furgón de 9 plazas desde Aroche para llevar a los pasajeros. Algunas personas se han quedado sin plaza. Ya, ni un microbús. 3 horas de viaje. Desde las 8 a las 11. ¿Las medidas de seguridad dónde están? Ni en los años 50 60 pasaba esto”. Este el testimonio de uno de los vecinos afectados que no ha dudado en mostrar de esta manera su hartazgo ante el abandono al que la Junta de Andalucía tiene sometido a los pueblos de la comarca serrana en materia de transporte.
Según ha relatado este vecino de Almonaster a Onuba Actual, su madre usó el servicio de transportes de la Junta el pasado lunes para desplazarse hasta la capital. El vehículo hizo su aparición en la parada a las ocho de la mañana y no a las siete como marcaba el horario previsto y para sorpresa de esta mujer lo que acudió a recogerla no fue un autobús ni siquiera un microbús, sino una furgoneta de nueve plazas de color negra.
El vehículo había iniciado su recorrido en Aroche y había recogido también a usuarios en Cortegana, por lo que cuando llegó a Almonaster la Real tan solo había una plaza libre. Sin embargo, en la parada había dos personas esperando, por lo que una de ellas tuvo que quedarse “en tierra” sin que se le ofreciera alternativa alguna de transporte.
La furgoneta inició su recorrido y lo hizo sin las correspondientes medidas de seguridad entre los pasajeros como la distancia, ya que el vehículo iba al completo (ocho pasajeros más el conductor). Los usuarios estaban hacinados, pegados unos con otros.
Tras un largo trayecto por las sinuosas carreteras de la comarca se hizo una parada en Zalamea la Real, punto al que llegaron también otras furgonetas similares que traían en su interior a pasajeros llegados de otros puntos de la provincia como la Cuenca Minera y el Andévalo. Tras más de media hora de espera al aire libre, expuestos a las inclemencias del tiempo y sin medidas de seguridad, estas personas fueron metidas en un autobús con el que completaron el recorrido hasta la capital en un trayecto que se alargó durante tres horas debido a todas circunstancias.
Las denuncias sobre esta situación son continuas y se extienden a otros puntos de la geografía onubense como el Andévalo o la Cuenca Minera. Muchos reclaman que el transporte se haga en un vehículo adecuado y otros recuerdan que este tipo de transportes públicos no tiene nada que ver con el hecho de que sean rentables o no por lo que exigen a la administración que los garantice. En todo caso, la mayoría de las denuncias radica en el “abandono” al que la Junta de Andalucía tiene sometida a esta comarca de la provincia de Huelva.